INTRODUCCIÓN
Los ángeles nos acompañan en adoración. Son ministros del Señor, infinitamente bueno. Es voluntad de Dios
que nos ayuden a adorarle.
Los
ángeles presiden las reuniones del culto cristiano, como se ve por las oraciones de la Iglesia. La liturgia es una participación
de la que celebran los ángeles en el Cielo. Unámonos a ellos con reverencia para alabar a Dios. Su ministerio consiste en
inspirarnos con fe y amor a que realicemos dignamente nuestra adoración. Nos preparamos internamente para recibir los Sacramentos,
pues la Iglesia los invoca en nuestra ayuda.
Los ángeles nos ayudan contra el mal.
Ellos nos ayudan en la lucha contra el diablo. El Nuevo Testamento nos pide que tengamos fe en Dios, fe en Cristo, y que usemos
las armas de Dios. Dios envió sus ángeles para darnos la ayuda que necesitamos contra el mal. Este es su misterio en la obra
de nuestra salvación, continuando la batalla una vez comenzada contra Lucifer y sus ángeles rebeldes.
Nos inspiran pensamientos contra las
insinuaciones diabólicas y nos invitan a que acudamos a Dios en oración. Solo en el Cielo conoceremos lo mucho que realmente
nos han ayudado en la lucha contra el diablo.
Los ángeles anhelan nuestra salvación.
Con los ángeles participamos de la vida divina, y somos como ellos criaturas de Dios en Cristo Jesús. Por eso, ellos anhelan
nuestra salvación; que juntos con ellos glorifiquemos a Dios y disfrutemos viendo su gloria.
Con gozo los ángeles aceptan las misiones
que Dios los encomienda para nuestra santificación. Vencedores de los demonios, los ángeles nos protegen contra los
enemigos del alma. Haríamos bien pidiéndoles que nos asistan para rechazar las tentaciones del Malo.
Los ángeles, además, presentan nuestras oraciones ante Dios acompañando con
sus plegarias nuestras peticiones. Nos conviene, pues, encomendarnos a ellos especialmente en los momentos difíciles y sobre
todo en la hora de la muerte, para que nos defiendan de los ataques del enemigo y lleven nuestras almas al Cielo.
Tenemos Ángel de la Guarda. Hay algunos ángeles con misión de cuidar de las
almas en particular. Se les llaman Ángeles de la Guarda. Es doctrina tradicional de los primeros escritores de la Iglesia,
basada en textos de la Sagrada Escritura y fundada sobre razones sólidas. Lo prueba el hecho de haber establecido la fiesta
en honor de los Ángeles de la Guarda.
El Creador no abandona las criaturas a que dio existencia; les proporciona cuanto
necesiten para lograr su perfección natural. Cristo murió por todos y para todos mereció los medios de salvación. La asistencia
de los ángeles es parte del plan de Dios para salvar a todas las gentes.
Los ángeles también oran por nosotros. En las vidas de los santos observamos que se comunican
frecuentemente con los ángeles. Comunicación fundada en la sencilla fe de que espíritus invisibles a quienes el amor induce
a orar por las personas en particular y por las comunidades ante el torno de Dios.
Los ángeles ayudan ante todo en el
campo espiritual y sobrenatural. Esto lleva consigo su solicitud por las necesidades corporales en la medida en que éstas
se relacionan con la salvación y santificación.
La Palabra de Dios
He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar
que te tengo preparado.
Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones,
pues en él está mi Nombre. Ex 23, 20-21
Que Él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos.
Te llevarán ellos en sus manos, para que en piedra no tropiece tu pie; Sal 91, 11-12
«Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente
el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mt 18, 10
Oración a nuestro Ángel de la Guarda:
Querido Angel de la Guarda, por la misericordia de Dios me has sido dado para que seas fiel compañero de mi
destierro en este mundo. Te honro y amo como amigo devoto a quien Dios ha encomendado el cuidado de mi alma inmortal. Te doy
gracias de todo corazón por tu amor y constante cuidado de mí.
Queridísimo amigo-Angel, te pido me
guardes y protejas a mí, pobre pecador. Guíame por el camino de la vida. Amonéstame contra cualquier ocasión de pecado, llena
mi alma de saludables pensamientos y decidido ánimo de practicar la virtud. Intercede para que yo participe de tu ardiente
celo en el servicio de Dios y con devoción ame su divina voluntad.
Perdóname querido ángel por haber menospreciado con tanta frecuencia
tus consejos y no haber hecho caso de tus consejos y no haber hecho caso de tus inspiraciones. Procuraré en lo futuro
obedecerte con decisión y fidelidad. Tú sabes lo que vale mi alma a los ojos de Dios. No me permitas olvidar que fue redimida
por la preciosa Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Que ninguna mancha de pecado desfigure la belleza de mi alma, ningún mal
pensamiento o acción me prive de la dignidad de hijo de Dios. No permitas que sirva de escándalo, ni sea ocasión de pecado
para otros destruyendo así la obra que Cristo ha realizado en sus almas con su dolorosísima Pasión y Muerte.
Querido Angel Guardián, haz que yo
disfrute de tu protección en este peligroso camino de la vida hasta alcanzar mi eterno hogar en el Cielo donde, en unión contigo
y los demás Angeles y Santos, alabe para siempre la misericordia que Dios tiene conmigo. Amén.
DÍA PRIMERO (1) Y DÍA SEGUNDO (2)
Los Ángeles
son compañeros de camino, protectores e intercesores.
A
ellos recurrimos en caso de peligro, en momentos de angustia y desolación, cuando nos sentimos tristes por problemas económicos,
familiares, y de salud. Ellos nos brindan gran ayuda y por estar tan cerca de Dios nos transmiten la paz y la serenidad que
Él ofrece a todos sus hijos e hijas.
Antes
de iniciar la novena, renovamos nuestra confianza en Dios, la certeza de que Él nos escucha y que a través de sus Santos Ángeles
nos mostrará su querer. Nos disponemos a acoger su voluntad, y si él lo considera oportuno nos dará lo que con esta novena
queremos pedirle. Hacemos un momento de silencio, presentándole a Dios por intercesión de sus Ángeles nuestras necesidades.
Oración Inicial (para todos los días)
Ángel Santo, amado por Dios, que por divina disposición, me has tomado bajo tu protección
desde el primer instante de mi vida, jamás has dejado de defenderme, de iluminarme y de guiarme.
Te venero y te amo como protector, me coloco bajo tu protección y confío
profundamente en tu compañía.
Te pido, por el amor de Jesucristo que escuches mis súplicas y las lleves con amor ante Dios, condúceme por
el camino seguro cuando mis pasos se desvíen, enséñame, cuando necesite orientación, levántame, cuando mis pies tropiecen,
consuélame en la aflicción, protégeme cuando esté en peligro y lleva la súplica que te presento hoy, ante Dios, nuestro Padre
y protector. Amén.
Oración final (para todos los días)
Padre
Bueno y misericordioso, tú que en muchas ocasiones te vales de los Santos Ángeles para darnos a conocer tu voluntad, te pedimos
confiados su permanente compañía y protección, a la vez que te rogamos, nos ayudes a descubrir lo que Tú, Padre bueno, deseas
para nosotros.
Santos
Ángeles, intercedan por nosotros y ayúdennos a acoger en nuestro corazón la voluntad de Dios. Amén.
Primer
Día
Oración Inicial
Lectura de : Mt 2, 19-20
Después de la muerte de Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, en
Egipto. Le dijo: "Levántate y regresa con el niño y su madre a la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar
al niño". José, pues, se levantó, tomó al niño y a su madre, y se vino a la tierra de Israel.
Breve
momento de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles, acudimos a ustedes para pedir por su intercesión, la
poderosa ayuda de Dios en este momento particular de nuestra vida; y hoy, de una manera muy especial queremos pedirles por
(se pide la gracia).
Se reza
un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración final
Segundo
Día
Oración Inicial
Lectura de Lc 1,10,15
Mientras el pueblo permanecía fuera, en oración, se le apareció el Ángel del Señor.
El Ángel estaba de pie a la derecha del altar del incienso. Zacarías, al verlo, se turbó y tuvo miedo. El Ángel le dijo entonces:
"No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada, y tu esposa Isabel te dará un hijo al que llamarás Juan. Grande
será tu felicidad, y muchos se alegrarán con su nacimiento, porque tu hijo ha de ser grande ante el Señor. No beberá vino
ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre.
Breve
momento de reflexión personal
Oremos:
Ángel de Dios, hoy vengo ante ti para darte gracias por tu poderosa
intercesión, por comunicarme los designios de Dios y por dejar en mi corazón serenidad, paz y valentía para continuar caminando
en la vida. Amén
Se reza
un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración final
Tercer Día
Oración Inicial
Lectura Lc 1, 30-33.38
Pero el
Ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo, al
que pondrás el nombre de Jesús. Lo ensalzarán y con razón lo llamarán: Hijo del Altísimo, Dios le dará el trono de David,
su antepasado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reino no terminará jamás".
Dijo María: ,yo soy la esclava del Señor; que se haga
en mí lo que has dicho". Después de estas palabras el Ángel se retiró
Breve momento
de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles, gracias por comunicarnos que la presencia de Dios se manifiesta en
la cotidianidad de nuestra vida. Les pedimos que intercedan ante Él para que aún en los acontecimientos que nos parecen absurdos,
tristes y dolorosos sepamos ver el amor de Dios y lo que de allí sirve para dar un nuevo sentido a nuestro caminar en la vida.
Amén.
Se reza un Padrenuestro,
Ave María y Gloria.
Oración final
Cuarto Día
Oración Inicial
Lectura de Lc 2, 9-11
El
Ángel del Señor se les apareció, y los rodeó de claridad la gloria del Señor, y todo esto les produjo un miedo enorme. Pero
el Ángel les dijo: "No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo de mucha alegría para todo el
pueblo. Hoy nació para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor.
Breve momento
de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles de Dios, sentimos que cada día necesitamos renovar nuestra fe y nuestra
esperanza; que la alegría del nacimiento de Jesús nos comunique optimismo y nos aliente en la búsqueda de caminos nuevos que
conduzcan a la paz. Amén.
Se reza
un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración
final
Quinto
Día
Oración Inicial
Lectura de: Lc 22, 41-44
Después se alejó de ellos como a la distancia a la que uno tira una piedra, y doblando las rodillas, oraba
diciendo: "Padre, si quieres, aparta de mí esta prueba. Sin embargo, que no se haga mi voluntad sino la tuya".
Entonces se le apareció un Ángel del cielo que venía
a animarlo, y empezó a luchar contra la muerte. Oraba con más insistencia y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre,
que caían hasta el suelo Palabra de Dios.
Breve
momento de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles, gracias porque en los momentos más difíciles de la
vida ustedes han sido una luz en el camino, nos han comunicado esperanza y han iluminado en la fe nuestro sufrimiento. Les
pedimos que nos comuniquen la esperanza y que las dificultades no nos dejen apagar la presencia de Dios en nuestra vida. Amén.
Se reza un Padrenuestro, Ave María
y Gloria
Sexto Día
Oración Inicial
Lectura de: Mt 28, 1-6
Pasado el sábado, al despertar el alba del primer día de la semana, fueron María
Magdalena y la otra María a visitar el sepulcro. De repente se produjo un gran temblor: el Ángel del Señor bajó del cielo
y, llegando al sepulcro, hizo rodar la piedra que lo tapaba y se sentó encima. Su aspecto era como el relámpago y sus ropas
blancas como la nieve. Al verlo los guardias temblaron de miedo y quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: "Ustedes,
no teman, porque yo sé que buscan a Jesús crucificado. No está aquí. Ha resucitado tal como lo había anunciado.
Breve
momento de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles, les pedimos por todas las personas que sufren por causa
de la violencia, las víctimas y sus familias, las personas que se olvidan que todos somos hermanos y causan sufrimiento y
dolor; intercedan por todos para que la solidaridad y la confianza en Dios se hagan presentes en nuestras vidas. Amén.
Se reza un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración final
Séptimo Día
Oración Inicial
Lectura de: Hch 12, 6-8
La
noche anterior al día en que Herodes se proponía presentarlo al pueblo, Pedro dormía entre dos soldados, atado con dos cadenas;
otros guardias vigilaban ante la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el Ángel del Señor y la celda se llenó de luz.
El Ángel tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: "Levántate, rápido", y las cadenas cayeron de sus manos. Entonces
el Ángel le ordenó: 'Asegúrate bien el cinturón y colócate las sandalias". Así lo hizo. Y el Ángel agregó: "Ponte tu manto
y sígueme".
Breve momento
de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles de Dios, gracias porque sus palabras nos motivan a encontrar en Dios
una razón nueva para vivir, un deseo profundo de liberación. Les pedimos que nos ayuden a ser fuertes cuando necesitamos transformar
nuestras cárceles interiores en lugares de encuentro y de paz. Amén.
Se reza un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración final
Octavo Día
Oración
Inicial
Lectura de: Hch 27,
21-24
Como hacía días que
no comíamos, Pablo se puso en medio y les dijo: "Amigos, hubiera sido mejor seguir mi consejo cuando les dije que no saliéramos
de Creta; nos habríamos evitado este peligro y esta pérdida. Pero ahora los invito a que recobren ánimo, porque ninguno de
ustedes morirá, solamente se perderá el barco. Pues anoche se me apareció un Ángel de Dios a quien pertenezco y a quien sirvo
que me dijo: "Pablo, no tengas miedo, tienes que presentarte ante el César y Dios te concede la vida de todos los que navegan
contigo".
Breve momento de reflexión personal
Oremos:
Santos Ángeles de Dios, les pedimos que nos ayuden a crear en nuestra sociedad la
cultura de la vida, que infundan en nuestros corazones los valores del respeto, la solidaridad y la tolerancia para que la
vida sea un signo más del amor de Dios a la humanidad. Amén
Se reza un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración final
Noveno Día
Oración Inicial
Lectura de:(Hch 1, 9-11
Entonces
en presencia de ellos, Jesús fue levantado y una nube lo ocultó. Mientras miraban fijamente al cielo hacia donde iba Jesús,
se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: "Hombres de Galilea ¿Qué hacen ahí mirando al cielo? Este
que ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá como lo han visto subir al cielo".
Breve momento de reflexión personal
Oración:
Santos Ángeles de Dios, al concluir esta novena queremos agradecerles, su presencia
permanente en nuestra vida, su compañía que nos inspira a obrar el bien y que nos conduce a Dios. Que por la intercesión de
ustedes, el Señor nos obtenga las gracias necesarias para vivir mejor nuestra fe y lo que confiadamente les hemos pedido.
Amén.
Se reza un Padrenuestro,
Ave María y Gloria.
Oración final.